El año que termina, es un año que tuvo muchas situaciones,
buenas, regulares y también malas, situaciones que nos permitieron avanzar aún
más hacia el logro de los objetivos pues
para poder llegar a la gran meta (objetivo final) que nos habíamos fijado era
importante poder vivir todas y cada una de esas experiencias.
El resultado que tenemos hoy es el fruto de lo que nosotros
trabajamos, por eso es que tenemos que comenzar a partir del primer día del año
a sembrar para luego poder recoger los frutos al final del año.
El PADRE dice que quienes hicieron las cosas tal como ahí está
escrito, obtendrán los frutos que esperan. Todos aquellos que lean este
articulo y hayan cumplido a cabalidad, el Padre les hará realidad sus deseos en
el aquí y en el ahora.
El PADRE les bendice a todos no sin antes decirles que el amor esta con todos y cada uno de ustedes y con cada una de sus familias para que permanezcan en unión y en fe.
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