Cuando estamos en un proceso de cierre estamos más propensos a
“separarnos del Padre” porque es ahí donde nosotros podemos decir si
continuamos con Él o no.
Es importante
tener claro que el amor de nosotros hacia el PADRE debe ser mayor que el amor
que Él nos tiene a nosotros, porque si no lo es, en ese instante es que
nosotros podemos renunciar a su amor.
Si decidimos que nos separamos, el PADRE en ese instante nos bloquea
todo lo que hasta en ese instante hayamos ganado en nuestro adelantamiento
espiritual o en nuestro crecimiento material.
Si decidimos continuar entonces el PADRE nos entregaría todo lo que en
los reinos espirituales el nos dijo que nos entregaría si nosotros
continuábamos en la luz.
En conclusión, el amor del Padre es tan grande que si nosotros no
estamos claros en el amor que nosotros le tenemos a Él, nosotros podemos
quedarnos en el camino, por eso no podemos estar en duda, porque la duda nos
lleva al fracaso.
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